La importancia de la educación superior en la lucha contra el cambio climático

La directora de Formación y Academia de la plataforma 2811, Pilar Palacios y el director de Acción Climática, Felipe Fontencilla, abordan el rol de la enseñanza para impulsar la conciencia ambiental.

La educación superior es fundamental para abordar el cambio climático y contribuir a la regeneración de ecosistemas y comunidades afectadas, como se destaca en el Sexto Informe de Evaluación (AR6) del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC). 

Este informe confirma que la actividad humana es la principal causa del cambio climático, y destaca la necesidad de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para evitar impactos climáticos catastróficos, pero además, a diferencia de reportes anteriores, en este se destaca que en la actualidad contamos con la tecnología, el conocimiento y los recursos para limitar el aumento de la temperatura global de la tierra a los 1,5°C por sobre los niveles preindustriales. 

La pregunta clave, sin embargo, continúa siendo ¿cómo impulsamos que los sectores claves para alcanzar este objetivo pasen de la procrastinación climática a la acción climática? 

Una de las respuestas a esta pregunta recae en las instituciones educativas. 

Los profesionales que se gradúan de programas de educación superior en campos relacionados con la ciencia ambiental, la ingeniería, la planificación urbana y la gestión ambiental, entre otros, sin duda pueden desempeñar un papel fundamental en la implementación de soluciones sostenibles y en la adopción de prácticas innovadoras que fomenten la regeneración de los ecosistemas y comunidades afectadas.

Para esto, la educación superior debe contribuir a la creación de conciencia y la sensibilización sobre el cambio climático, además de proveer de herramientas para tomar medidas para abordarlo. 

En este sentido, las universidades y centros de formación técnica deben superar un modelo en el cuál entrenan a sus estudiantes para integrarse al mercado laboral de hoy y pasar a uno en el cuál les preparen con las herramientas necesarias para transformar los mercados y para enfrentarse a los desafíos del futuro cercano.

Asimismo ,las universidades y centros de formación técnica pueden colaborar con empresas, organizaciones sin fines de lucro y gobiernos para desarrollar soluciones innovadoras y escalables que aborden los desafíos ambientales y sociales que enfrentamos, acelerando así los procesos de reducción de emisiones en distintos sectores económicos, aumentando la resiliencia de las comunidades frente a los impactos del cambio climático y profundizando las redes de cooperación y colaboración multisectorial en estos asuntos. 

Por lo tanto, todos los países del mundo necesitan que las instituciones de educación superior sean aliados estratégicos en la lucha contra el cambio climático y puedan funcionar como centros de investigación y laboratorios que le permitan a las comunidades canalizar recursos e identificar, construir e implementar soluciones a los desafíos que viven a causa de la crisis climática.

La educación superior también puede desempeñar un papel clave en la transición hacia una sociedad más sostenible y resiliente. 

Al proporcionar a los estudiantes las habilidades, el conocimiento y la motivación necesarios para contribuir con soluciones que reduzcan la vulnerabilidad climática, ya sea con soluciones para los desafíos agroalimentarios, desafíos de transición energética, desarrollo urbano y vivienda o transporte, por mencionar algunos. 

Siendo conscientes que mucho le exigimos a las nuevas generaciones, pero pocas herramientas se entregan en espacios educativos, la educación superior puede contribuir a la creación de soluciones innovadoras y efectivas para mitigar los impactos del cambio climático.

El AR6 destaca la importancia de actuar con urgencia para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 grados Celsius para evitar impactos climáticos catastróficos.

En ese sentido, la educación superior es fundamental para abordar el cambio climático y contribuir a la regeneración de ecosistemas y comunidades afectadas, y puede desempeñar un papel clave en la creación de soluciones innovadoras y efectivas para mitigar los impactos del cambio climático. 

Todos tenemos un papel que desempeñar en esta lucha, y la educación superior es una herramienta clave para lograr un futuro más sostenible y resiliente.