Columna de Opinión
Por Valentina Cortés Lehuei , 17 de julio de 2023 | 10:34

Trabajando por protegernos, a nosotros y al planeta

María Prieto, fundadora de Kombuchacha. Crédito: Cedida.
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La fundadora de Kombuchacha, María Prieto, reflexiona sobre los futuros desafíos de la empresa y el continuo trabajo para entregar un producto natural, que cuida al planeta.

Tener un sueño y trabajar por conseguirlo es quizás el motor más potente que podemos tener en la vida. Y si este tiene un impacto, no sólo en nuestro ámbito personal sino en la humanidad, esto se vuelve aún más evidente. 

Afortunadamente, puedo decir que es algo que he experimentado a lo largo de los años. Desde que entré al mundo de la agricultura tuve un anhelo: aprender conocimientos y técnicas para luego potenciar la salud de las personas a partir de lo que comemos. Es decir, entregar mi visión y esfuerzo para protegernos a través de la alimentación.

Sin ir más lejos, la historia de Kombuchacha, la empresa que hoy lidero, comenzó en la cocina de mi casa, cuando en mi rol de madre preocupada quise preparar una bebida saludable para mi hija. 

Si bien puedo decir con mucha satisfacción que estoy logrando eso que un día imaginé, no puedo desconocer que aún queda muchísimo por hacer, en lo personal y como sociedad. 

De acuerdo con un último reporte de la FAO, acceder a una dieta saludable en América Latina y el Caribe cuesta en promedio USD $3,89 diarios por persona, lo cual nos posiciona como la región más cara en estas materias.

Como consecuencia, 131 millones de personas no pueden optar a este tipo de pauta nutricional, lo cual se relaciona directamente con diferentes formas de malnutrición como el retraso del crecimiento, el sobrepeso en niños menores de cinco años, la subalimentación o la anemia entre mujeres jóvenes adultas.Datos alarmantes, sin duda, y frente a los cuales no podemos ser indiferentes. 

Como empresa en el rubro de los alimentos tenemos la gran responsabilidad de elaborar productos virtuosos que contengan los mejores ingredientes y a la vez trabajar para que estos tengan un alcance masivo, sean democráticos y no privilegio de unos pocos. 

Independiente de las barreras económicas para comer bien, que son a ratos muy difíciles de sortear, es fundamental involucrar a la ciudadanía, para que las personas realmente tomen conciencia de que cada vez que están eligiendo un alimento están beneficiando, o no, a su organismo. La naturaleza es sabia y capaz de entregarnos todo lo que necesitamos. 

Esa ha sido nuestra máxima para producir una bebida que es 100% natural,  libre de químicos, pesticidas y organismos genéticamente modificados, cuyo origen son sólo plantas nacionales y latinoamericanas certificadas orgánicas. Así, cada día elegimos cuidadosamente cada ingrediente con el fin de lograr el mejor sabor, que sea una alternativa real a las bebidas gaseosas que conocemos, y  de beneficiar nuestra salud. 

El arándano, por ejemplo, protagonista de una de nuestras variedades, es un fruto alto en vitamina A, B, C, E y K, que refuerzan los anticuerpos, actúan como un antiinflamatorio natural y luchan contra infecciones y virus. 

Así cada botella o lata, creada con esfuerzo y amor en la Región de La Araucanía, es una invitación directa a protegerte en invierno y regenerar la salud de tu organismo de una manera entretenida, refrescante, burbujeante y pensada para todos. 

Retomando mi punto del inicio, sé que pocas personas tienen la fortuna de entregar su talento y trabajar a diario con un propósito claro, que realmente los motiva y donde los resultados y avances son parte de algo que un día soñaron. 

Sí ha sido mi caso y el trayecto ha sido maravilloso, pero nada fácil, pues siempre nos hemos planteado metas ambiciosas. 

Ser los primeros en certificarnos orgánicos, obtener la ISO 22.000, norma que se ha consolidado como el estándar mundial en materia de calidad e inocuidad alimentaria, y llegar a más de mil puntos de venta, incluido Rapa Nui (Isla de Pascua), son sólo algunos de los ejemplos de la pasión que marca la esencia de Kombuchacha y que nos ha permitido llegar a miles de personas con una mejor forma de hidratarse que es también un potente proyecto de cambio socioambiental. 

Porque no sólo queremos proteger nuestra salud, sino también la del planeta. Es por eso que cada decisión tiene como foco minimizar las repercusiones de la producción en el medio ambiente, optando sólo por productores orgánicos certificados y haciendo uso responsable de todos los recursos involucrados. 

Independiente de los obstáculos que pueden surgir y los cambios de planes que eso implique, en el proceso de adaptarnos a los desafíos, quien tiene claro su propósito puede avanzar a paso firme y esa ha sido la tónica de mi crecimiento como agricultora biodinámica, experiencia que influye en mi camino de emprendedora.

Estoy segura que rodeándonos de un buen equipo, construyendo sólidas alianzas y siendo fiel a las convicciones de base, es posible tener un impacto real sin sacrificar rentabilidad. 

Por eso seguiremos trabajando, para hacer un cambio desde el sur del mundo, para protegernos y proteger también al hermoso entorno natural de nuestro país y de nuestro planeta.

Descubre más sobre Kombuchacha en www.kombuchacha.cl

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