Entrevistas
Por Valentina Cortés Lehuei , 1 de marzo de 2024 | 12:30Tamara Huerta: resguardar los bosques de algas para proteger al chungungo
La presidenta de Fundación Chungungo aborda la relevancia de estos ecosistemas para la supervivencia del mamífero marino más pequeño del mundo.
La Lontra felina conocida como chungungo o nutria marina, es un mamífero marino carnívoro que habita en las costas rocosas desde el norte de Perú hasta el sur de Chile.
Es el mamífero marino más pequeño que existe en el mundo y una de las dos especies de nutrias que habitan en el país junto al huillín.
El chungungo esta considerada como un especie en peligro de extinción ya que enfrenta la pérdida y fragmentación de su hábitat, afectando directamente su alimentación, ya que repercute en el desarrollo de los bosques de algas.
La investigadora de las ciencias de la ecología marina, presidenta de la Fundación Chungungo y autora del “Protocolo para las buenas prácticas en la observación y en la investigación de la nutria marina”, Tamara Huerta, en el marco de su trabajo de magíster, se refirió a la compleja situación de esta especie, que requiere de condiciones de hábitat costero terrestre muy peculiares como la presencia de cuevas, galerías conectadas con el mar y madrigueras.
"El chungungo está clasificado en peligro de extinción por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) debido a diversas amenazas de origen antrópico y al conocimiento limitado sobre sus rasgos ecológicos", explicó.
Además, la experta señaló que las amenazas de esta especie provienen de distintas presiones antrópicas, como la caza intensiva en el siglo XX por la industria peletera, la pesca, la construcción de carreteras y obras cercanas a los ecosistemas marinos.
"Así también la presencia de perros y gatos domésticos en el litoral rocoso, envenenamiento y la contaminación por microplásticos”, agregó.
De acuerdo a los trabajos de investigación, estas amenazas y la fragmentación del hábitat del chungungo han generado una disminución en su población.
En términos de densidades poblacionales, diversas investigaciones han calculado cifras que varían entre 0,04 y 10,0 individuos por kilómetro (en un total de 12 estudios), con una densidad media de 3,3 individuos por kilómetro.
Frente a ello, la presidenta de la Fundación Chungungo, junto al tutor de magíster en la Facultad de Ciencias de la Universidad Católica, el Dr. Iván Hinojosa, y el coautor del magíster, del Laboratorio Antropoceno de la Universidad de Concepción, el Dr. Cristóbal Pizarro, realizan un estudio sobre el uso de hábitat del Chungungo en una localidad del golfo de Arauco, investigando aspectos como la interacción con estructuras de origen antrópico y su dieta.
"Esto requirió un gran esfuerzo en terreno y nos permitió observar de forma paralela su interacción con los bosques de algas”, informó.
Los bosques de algas y el chungungo
“Los bosques de algas juegan un papel fundamental en la vida de los Chungungos ya que proporcionan tanto alimento como refugio. Presas como crustáceos, peces y moluscos, dependen de esta cobertura para desarrollarse”, destacó.
Respecto a la relación de la especie con el ecosistema, Tamara Huerta, explicó que durante su conducta de alimentación es común observarlos cerca de áreas con presencia de algas, donde se les puede ver boca arriba, aprovechando los recursos disponibles en su entorno.
“Durante nuestras observaciones, hemos presenciado a las crías de chungungos entre rocas y algas, donde las madres las dejan temporalmente mientras van en busca de alimentos. Esta dinámica evidencia la importancia de estos ecosistemas marinos para el desarrollo y subsistencia de la especie”, enfatizó.
En este sentido, la presidenta de Fundación Chungungo reiteró la importancia de comprender esta interacción y la necesidad de nuevas investigaciones centradas en los bosques de algas y su relación con el chungungo.
“Este enfoque integral es fundamental para abordar las problemáticas relacionadas con la comprensión, supervivencia y hábitat de la nutria marina, especialmente en un contexto de crecientes presiones humanas en la zona costera del Pacífico, como el barreteo de algas”, aseveró la investigadora.