Investigación & Desarrollo
Por Valentina Cortés Lehuei , 1 de abril de 2024 | 11:06

Estudio inédito revela cómo se alimenta el mítico caracol Negro en Chile

Caracol negro (Macrocyclis peruvianus). Crédito: Rodrigo Barahona-Segovia, Página de Facebook "Caracol Negro (Macrocyclis peruviana) en Chile".
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La publicación científica que aborda el régimen alimentario de esta especie, fue desarrollado junto al trabajo de estudiantes de la Universidad Austral de Chile. Conoce los sorprendentes resultados.

El escaso conocimiento que existe en Chile sobre la ecología de invertebrados hace que el hallazgo sobre los hábitos alimentarios del caracol negro (Macrocyclis peruvianus) impacten a la comunidad científica. 

Caracol negro. Crédito: Proyecto de Ciencia Ciudadana.

Este fue el caso de una reciente publicación de la revista Austral Ecology, que describió los primeros registros de micofagia (régimen alimentario consistente en consumir hongos) del caracol negro en bosques nativos de Chile.

La investigación difundió los hallazgos realizados por un proyecto de ciencia ciudadana del académico de la Universidad de Los Lagos, Dr. Rodrigo Barahona-Segovia y donde se sumó el trabajo de Gabriel Orrego, de la Fundación Fungi y los estudiantes de la Facultad de Ciencias Forestales y Recursos Naturales de la UACh, Esteban Gallardo Pillancari y Felipe Osorio.

Los 21 registros identificados a través de ciencia ciudadana corresponden a fotografías y videos alojados en redes sociales como una página de Facebook, Instagram y la web de ciencia ciudadana iNaturalist, demostrando la elección del caracol negro de diversas especies de hongos para su alimentación.

Así lo explicó el estudiante en Magíster en Ciencias mención Bosques y Medio Ambiente, Esteban Gallardo Pillancari, quien participó en la revisión taxonómica de estas especies de hongos, clasificándolos en cuanto a género y especie.

“Fueron 21 registros de eventos de caracol negro consumiendo hongos e identificamos muchas especies que son muy conocidas. Ejemplo de ello es el caso del hongo Marasmiellus alliiodorus, muy popular porque desprenden olor a ajo. También el género Ramaria conocido como changle, hongo comestible común de encontrar en ferias durante el otoño”, detalló.

Régimen alimentario 

De acuerdo con la publicación, son tres especies de hongos, Marasmiellus alliodorus, Aleurodiscus vitellinus y Grifola gargal,  y cinco géneros, Armillaria, Boletus, Mycena, Pholiota y Ramaria, los identificados. 

El 58,82% de los hongos consumidos se encontraba en restos leñosos, este dato según los científicos, podría ser clave para este invertebrado ya que aquí es donde crece la especie de hongos Agaricales.

Registro de María José Flores vía Página de Facebook "Caracol Negro (Macrocyclis peruviana) en Chile".

“Son hongos que se distribuyen en su mayoría en bosques templados, desde la Región del Biobío hasta la Región de Aysén”, indicó Gallardo.

Para el estudiante de Magíster de la UACh resulta peculiar la preferencia del caracol negro por especies que para el ser humano también son comestibles. Sin embargo, en el listado figuran también hongos que no son comestibles para el ser humano. 

“No se sabe si tienen predilección por una especie más que otra o si simplemente es oportunismo”, aclaró.

En tanto, el caracol negro se sitúa en parches de bosque nativo, especialmente en el hotspot de biodiversidad entre las regiones del Maule y Aysén. Este caracol terrestre se caracteriza por poseer un color negro brillante y un caparazón marrón gigante, llegando a alcanzar el tamaño del puño de una mano.

Su avistamiento no es fácil, de acuerdo a lo señalado por el integrante de esta investigación.

“Lo he visto solo en una ocasión. Únicamente se puede encontrar en bosques mejor conservados. De hecho, los registros de ciencia ciudadana se localizan en su mayoría en parques o zonas protegidas”, relató Gallardo.

Estudio inédito

Respecto al significado de este descubrimiento científico, el estudiante de la Facultad de Ciencias Forestales y Recursos Naturales de la UACh, Esteban Gallardo, indicó que existen diversos enfoques desde el cual analizarlo. Uno tiene relación con el conocimiento de la función íntegra de los ecosistemas. 

“Vemos el caracol y los cuerpos fructíferos, pero no pensaríamos que estén funcionando dentro de un mismo sistema y que se están alimentando constantemente. Demuestra, además, que el conservar estos hongos también va a beneficiar a este caracol porque de alguna u otra forma se va a mantener su alimento”, explicó.

En este sentido, destaca también la relevancia de los antiguos bosques de Nothofagus, que es donde crece el hongo Grifola gargal.

Pero además de describir los hallazgos de micofagia, el artículo agregó el primer registro de M. peruvianus alimentándose de otro caracol terrestre nativo llamado Plectostylus peruvianus (Bothriembryontidae).

Finalmente, los desarrolladores del estudio destacaron que estos resultados fueron posibles gracias a quienes se interesaron en participar y publicar sus hallazgos.

Revisa el estudio completo ingresando a este enlace. También puedes revisar la página abierta en la plataforma de Facebook sobre ciencia ciudadana y participar ingresando acá.

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