“Cada uno nace con un propósito y nuestro gran desafío es cumplirlo a como dé lugar”

Nicolás Pacheco, propietario de Mammaterra, acaba de abrir un nuevo local en Santiago, esta vez en el Alto Las Condes; expansión que lo llevará a tener once locales de este tipo de aquí a fin de año en la capital y el sur del país. Aquí cuenta su secreto.

Casi sin darse cuenta, Nicolás Pacheco -a sus 34 años- ya lidera una cadena de comida rápida, que en noviembre completará once locales. Pero la suya no es cualquier cadena de comida rápida; sino que su gracia radica en que es una cadena de comida rápida saludable. Y coincidamos en que hasta hace muy poco tiempo, muchos pudieron haber pensado, que su idea no era un buen negocio.

“Lo dijo hace décadas el filósofo y antropólogo alemán Ludwing Feuerbach: "Somos lo que comemos”. Nuestra calidad de vida, nuestra salud y más aún, nuestra felicidad; termina dependiendo de nuestra alimentación y afortunadamente hoy como humanidad estamos tomando muchísima mayor conciencia respecto de este principio”, advierte Nicolás, que acaba de abrir un local en el Alto Las Condes, el que se suma a otros en Providencia, Peñalolén, además de los dos de Puerto Montt y otro en Puerto Varas. A los cuales se sumarán cuatro aperturas más de aquí a noviembre, en la capital. 

“Mammaterra es una cadena de comida rápida saludable de triple impacto: social, económico y ambiental. Buscamos llegar con comida saludable a sectores de menores ingresos, por medio de un innovador modelo de negocio basado en Franquicias Justas (Fair Franchises), cuidando por sobre todo el ecosistema y medioambiente”, enfatiza Pacheco.

¿Por qué Mammaterra? 

Por querer transmitirle vida a los alimentos que producimos, reflejando que las materias primas saludables vienen directamente de la Madre Tierra.

¿La expansión es a través de franquicias?

La expansión la estamos realizando por medios de franquicias, pero siempre haciendo un pausa, entendiendo que nosotros desarrollamos un modelo único derivado de las franquicias tradicionales, el cual le llamamos FAIR FRANCHISES (Franquicias Justas), donde la relación entre el franquiciado y franquiciante no es de subordinación directa, regular y arbitraria, como lo es en el modelo tradicional; sino más bien de colaboración directa, regular y justa, buscando que el franquiciado se vuelva un socio estratégico para llevar la cadena a un segundo nivel, en equipo.

¿Cuál es tu sueño?

Más que llegar a un número determinado de locales, buscamos como equipo que este proyecto cumpla nuestros propósitos y sueños. En lo personal liderar una empresa que será motor de cambio, y que contribuya positivamente a la sociedad en alguna medida, y eso ya lo estamos viviendo. Y lo segundo e igual de importante, es que se vuelva tan rentable, que me permita después de los 40 años, comprar tanto tiempo de vida como sea posible, para dedicarme a labores sociales, personales, sin que el dinero sea una preocupación.

¿Cómo nace ese espíritu emprendedor en ti?

Desde muy pequeño nació en mí la idea de desarrollar ideas y ponerlas a prueba, ya sea vendiéndolas o inventando negocios. Tuvimos un punto de venta de golosinas con un compañero de curso en 8vo básico; a los 17 instalamos con un amigo un kiosco en la playa; a los 23, una empresa de taxis; a los 24, una Rent a Car; a los 26, inauguramos dos hostales, un complejo de cabañas y a los 27 una agencia de turismo… Y hoy, con 34 años, me veo liderando un proyecto maravilloso, y sinceramente, en momentos me he preguntado cómo llegue aquí, en que minuto crecimos tanto. Finalmente concluyo que cada uno nace con un propósito y nuestro gran desafío es salir a la vida a intentar cumplirlo a como dé lugar.