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Por Valentina Cortés Lehuei , 10 de octubre de 2024 | 11:49Informe Planeta Vivo 2024 muestra catastrófica caída en vida silvestre mundial en los últimos 50 años
El reporte bianual de WWF destaca la baja de un 73% en estas poblaciones, donde Latinoamérica registra un impactante 95% de caída.
El tamaño promedio de las poblaciones de vida silvestre monitoreadas ha sufrido una catastrófica caída del 73% en tan solo 50 años (1970-2020), según revela el Informe Planeta Vivo 2024 de la organización internacional WWF.
El reporte advierte que, a medida que el planeta se acerca a puntos de inflexión peligrosos que plantean graves amenazas para la humanidad, se requerirá un enorme esfuerzo colectivo durante los próximos cinco años para abordar la doble crisis climática y de pérdida de naturaleza.
El Índice Planeta Vivo (IPV), proporcionado por la Sociedad Zoológica de Londres (ZSL, por sus siglas en inglés), analiza casi 35 mil tendencias poblacionales de 5.495 especies entre 1970 y 2020, incluyendo 88 poblaciones chilenas.
Las caídas más fuertes se dan en los ecosistemas de agua dulce, con un -85%, seguidos de los terrestres de un -69% y los marinos de un -56%.
De acuerdo a lo informado por WWF, la pérdida y degradación de hábitats, causadas principalmente por el sistema alimentario, son la amenaza que más se reporta para las poblaciones de vida silvestre en todo el mundo, seguida de la sobreexplotación, las especies invasoras y las enfermedades.
El cambio climático es una amenaza adicional en particular para las poblaciones de vida silvestre en América Latina y el Caribe, que han registrado una disminución promedio del 95%.
Estado de alerta
El declive de las poblaciones de vida silvestre puede significar una alerta temprana de un creciente riesgo de extinción y la posible pérdida de ecosistemas saludables.
Cuando los ecosistemas sufren daños, pueden volverse más vulnerables a los puntos de inflexión, es decir, a pasar de un umbral crítico que ocasione cambios sustanciales y potencialmente irreversibles, destacan desde la organización.
Posibles puntos de inflexión a nivel global, como el retroceso de la selva amazónica y la muerte masiva de arrecifes de coral, tendrían consecuencias mucho más allá de sus inmediaciones y afectarían a la seguridad alimentaria y las fuentes de sustento de las personas.
El director de WWF en Chile, Ricardo Bosshard, se refirió a la realidad del país, enfatizando que se debe agilizar y profundizar la descarbonización en la economía, acelerar la restauración de bosques, cambiar los patrones de producción y consumo, entre otros aspectos.
“Chile, como parte de la región con la mayor caída en las poblaciones monitoreadas por el Informe Planeta Vivo, pero también debido a su contexto y características propias, se encuentra en un punto de inflexión", indicó.
"Como región y país, la ciencia y el sentido común nos llaman a cambiar nuestra forma de relacionarnos con la naturaleza, adoptando la sustentabilidad en los diversos ámbitos de nuestra vida", agregó.
El especialista se refirió también a la importancia de construir resiliencia frente a las crisis ambientales y poder revertir los preocupantes indicadores que se revelan en el informe.
“Un aspecto clave es concretar de forma efectiva la llamada meta 30x30 del Marco Global de Biodiversidad, que propone proteger al menos el 30% de la tierra, el mar y las aguas continentales al 2030. Un punto esencial aquí es el financiamiento, donde esperamos que pueda incrementarse el interés y la colaboración público-privada", agregó Bosshard.
Consecuencias catastróficas
La directora general de WWF Internacional, Kirsten Schuijt, destacó que las consecuencias catastróficas de la pérdida de los ecosistemas, afectarían tanto a las personas, como a la naturaleza en todo el mundo.
“La naturaleza está pidiendo auxilio. Las crisis vinculadas de la pérdida de la naturaleza y el cambio climático están empujando a la vida silvestre y a los ecosistemas más allá de sus límites, con puntos de inflexión peligrosos que a nivel global amenazan con dañar los sistemas de soporte vital de la Tierra y desestabilizar las sociedades", enfatizó.
Algunas de las poblaciones de especies evaluadas en el IPV incluyen a las tortugas carey, que han sufrido una caída del 57%. También se revela que la población del delfín rosado del Amazonas disminuyó un 65%, entre otras.
Los países ya han acordado objetivos globales ambiciosos para detener y revertir la pérdida de la naturaleza, de limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 ºC y erradicar la pobreza, pero el Informe Planeta Vivo demuestra que los compromisos nacionales y las acciones sobre el terreno todavía están muy lejos de lo que se necesita para cumplir los objetivos planteados para 2030 y evitar puntos de inflexión peligrosos.
Las cumbres internacionales sobre biodiversidad y clima que se celebran este año (COP16 y COP29) son una oportunidad para que los países estén a la altura del desafío, según apuntaron desde WWF, haciendo también un llamado a los gobiernos para que elaboren e implementen planes nacionales sobre naturaleza y clima más ambiciosos.
Revisa el informe completo en detalle en el siguiente enlace: wwflac.awsassets.panda.org/downloads/informe_planeta_vivo_2024.pdf